Esta receta para preparar gazpacho manchego tradicional es, como su propio nombre indica, típico de Castilla la Mancha y extendido a otras regiones cercanas, además también se le llama en plural, gazpachos manchegos. Se trata de un plato contundente que originariamente se elaboraba con carnes de caza como conejo, codorniz o perdiz, pero hoy en día se suele preparar con pollo y conejo que son más fáciles de conseguir y el resultado es igualmente bueno.
Lo más característico de este plato son las tortas cenceñas que se añaden troceadas junto al resto de ingredientes al final de la preparación para absorber prácticamente todo el caldo y quedan con una textura tierna y llenas de sabor. Se trata de un pan elaborado sin levadura y crujiente, llamado también pan ácimo, y el resultado en el plato es delicioso.
1- Ingredientes para preparar gazpacho manchego tradicional (4 personas):
1/2 pollo. Lo ideal es que sea campero para aportar más sabor al plato y que además te lo troceen en la carnicería con la máquina, mucho mejor que con cuchillo o sierra, ya que por este sistema suelen quedar huesecillos incómodos dispersos en el arroz.
1/2 conejo troceado
180 gr de tortas cenceñas. Suelen encontrarse en supermercados junto a la zona de pasta.
1 cebolla.
2 dientes de ajos secos.
2 pimientos verdes. También puedes utilizar uno verde y la mitad de uno rojo.
150 gr de tomate. Yo suelo utilizar uno que venden tamizado, pero puedes utilizar tomate natural.
2 litros de agua.
Especias ideales para el gazpacho manchego: pimienta negra molida, tomillo..
Aceite de oliva y sal.
2- Preparación, cómo hacer la receta de gazpacho manchego tradicional:
Salpimenta los trozos de carne por ambos lados.
Pon la olla a fuego medio y échale un chorrito de aceite. Cuando esté caliente añade el pollo, deja que se dore perfectamente, por un lado, dale la vuelta y lo mismo por el otro. En 5 minutos suele estar listo, sácalo de la olla y resérvalo.
Pela los ajos y pícalos finitos.
Pela las cebollas y lava el pimiento verde, y pícalo todo bien finito.
Si el tomate que utilizas es fresco o está entero, deberás rallarlo o triturarlo.
Cuando saques el pollo pon en la cazuela los ajos y la cebolla con un poco de sal y deja que se cocine todo junto a fuego medio hasta que la cebolla empiece a estar tierna, unos 5 minutos.
Añade el pimiento verde y sofríelo todo junto 5 minutos más.
Incorpora el tomate y las especias y cocina 10 minutos más, removiendo de vez en cuando.
Añade la carne, vierte los 2 litros de agua y sube la temperatura del fuego. Cuando empiece a borbotear baja de nuevo a fuego suave y deja que se cocine todo junto alrededor de 30-40 minutos o hasta que compruebes que el pollo está tierno.
DEJAMOS COCER PARA OBTENER UN CALDO CON MUCHO SABOR Y UNA CARNE TIERNA
Echa las tortas cenceñas troceadas, ve mezclándolas con el caldo removiendo de vez en cuando y deja que se cocinen 10 minutos. Después aparta del fuego, deja reposar el gazpacho manchego y verás que las tortas acabarán chupando prácticamente todo el líquido y quedarán tiernas. Prueba por si hay que rectificar de sal.
Tiempo: 1 hora y 30 minutos
Dificultad: fácil
Sirve y degusta:
Recién caliente es como más rico está, aunque siempre después de un reposo para que las tortas absorban prácticamente todo el líquido y estén tiernas y llenas de sabor. Si te sobra se puede mantener perfectamente 2-3 días en la nevera.
Es un plato contundente y lleno de sabor, perfecto para quienes gustan de los sabores más tradicionales, está de… ¡escándalo!
3- Variantes de la receta de gazpacho manchego tradicional:
Lo más típico era prepararlo con carnes de caza como conejo, codorniz o perdiz, aunque hoy en día se suele elaborar con las carnes que son más fáciles de conseguir como el pollo y el conejo. Ya os he comentado que yo no como conejo y os aseguro que solamente con pollo o si podéis conseguir alguna perdiz o codorniz está riquísimo.
Consejos:
Procura dorar bien el pollo al inicio de la receta porque de esta forma te aseguras de que se crea una capa que protegerá la jugosidad del interior de la carne y además ese toque doradito le da un sabor muy rico.
Lo ideal es que el pollo te lo troceen en la carnicería con un buen cuchillo y con cortes limpios y rápidos para evitar que queden huesos sueltos que luego son tan desagradables de encontrar, sobre todo si utilizas todas las partes del pollo. Si te lo arreglan bien, te quedará perfecto y no tendrás este problema.