una receta de garbanzos con bacalao, espinacas y huevo cocido, un plato recomendado para personas con colesterol o estreñimiento.
Ingredientes (4 personas):
250 g de garbanzos
250 g de bacalao desalado
400 g de espinacas
1 puerro
1 zanahoria
2 huevos
2 dientes de ajo
harina
aceite de oliva virgen extra
1 hoja de laurel
1 cucharadita de pimentón
Sal
Elaboración de la receta de Garbanzos con bacalao:
Pon los garbanzos a remojo de víspera. Pon agua a calentar en la olla rápida y añade los garbanzos escurridos. Limpia el puerro y córtalo en dos. Pela la zanahoria y trocéala en tres. Añade el puerro y la zanahoria junto con la hoja de laurel. Sazona. Cuécelos durante 30 minutos a partir de que comience a salir el vapor.
Pon agua a calentar en otra cazuela. Cuando empiece a hervir, agrega las hojas de espinacas picaditas, sazona y cuécelas durante 4-5 minutos. Retira y escúrrelas bien.
Pela los ajos, lamina y rehógalos en una cazuela con aceite. Cuando se empiecen a dorar, añade una cucharada de harina y rehógala un poco. Incorpora un cacillo de caldo de los garbanzos, el pimentón, el bacalao cortado en dados, los garbanzos y las espinacas. Cocina conjuntamente durante 15 minutos.
Pon los huevos a cocer en un cazo con agua y una pizca de sal. A los 10 minutos, retira, refresca y pícalos en dados. Incorpóralos al guiso de garbanzos y mezcla bien. Sirve.
Información nutricional de la receta:
La gran variedad de ingredientes de esta receta lo convierten en un plato muy nutritivo, ya que aporta proteínas, hidratos de carbono, grasas saludables, vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra.
Es un plato recomendado para todos, ya que todos sus ingredientes nos aportan nutrientes necesarios para nuestra salud.
Plato recomendado para regular los niveles de colesterol y para prevenir el estreñimiento.
Los garbanzos cocinados como en esta receta, con poca grasa, con laurel y pimentón y en compañía de una buena cantidad de espinacas, no darán problemas de digestión a las personas que tengan estómagos delicados. Los garbanzos aportan hidratos de carbono y sus proteínas se complementan con las proteínas del bacalao y del huevo.
La ensalada acompañante es rica en vitamina C, que mejora la asimilación del hierro de los garbanzos.
Buena elección la del bacalao sustituyendo al clásico embutido acompañando a los garbanzos. Es otra manera diferente de introducir pescado en nuestra dieta y de controlar mejor el colesterol y el sobrepeso.
Las espinacas son ricas en ácido fólico (alimento recomendado para las embarazadas y los niños) y betacaroteno de efecto antioxidante. Además su fibra, junto a la fibra de los garbanzos, nos ayuda a no estar estreñidos.
En resumen, es una receta muy nutritiva con poco aporte calórico y graso.