La receta de estofado o guisado de pollo que te explico hoy es un plato que suele hacerse en cualquier casa, sobre todo en los días de invierno y otoño, ya que suele ser cuando más nos apetece este tipo de guisos.
Este tipo de platos son los que preparaban nuestras abuelas cuando íbamos a comer, siempre con el amor que le ponían ellas a sus platos. Siento el romanticismo, pero no he podido evitarlo.
Esta es una receta bastante fácil y barata de preparar, por lo que te la recomiendo como receta de menú semanal.
Espero que te guste y ya veras como a los más peque de la casa les gusta.
Ingredientes:
4 personas
500 gr de pollo
1 kilo de patatas
100 gr de judías verdes
1 cebolla
4 dientes de ajos secos
100 gr de tomate frito
Pimentón rojo dulce
1 vaso pequeño de vino blanco
1 litro de agua
Azafrán
Aceite de oliva
Sal
PREPARACIÓN
Trocea el pollo en trozos pequeños, si no lo han hecho en la carnicería.
Pela las patas y las cortas en trozos medianos.
Los ajos y la cebolla los pelas y lo picas.
Las judías verdes las troceas.
ELABORACIÓN
Añade dos cucharadas de aceite en una cazuela, cuando esté caliente echa el pollo y lo fríes hasta que este dorado.
Ahora pones la cebolla y el ajo, lo sofríes un par de minutos, echa una cucharada pequeña de pimentón rojo y lo remueves unos segundos, enseguida añade el tomate frito.
Como el tomate ya está frito enseguida puedes añadir las patatas y las judías echa el vaso de vino blanco y lo remueves todo. Deja que el vino se reduzca durante 3 ó 4 minutos.
Vierte el litro de agua, pones sal al gusto y el azafrán, deja que hierva a fuego medio durante 18 minutos aproximadamente, hasta que la patata esta blanda, pero que no se deshaga.
Ya está preparado.
CONSEJO
Si puedes utilizar patatas rojas en lugar de blancas que se suelen deshacer.
También puedes ponerle garbanzos ya veras como están buenísimos.
Los beneficios del pollo
Pocos alimentos hay tan versátiles y ricos como la carne de pollo. Se puede cocinar de infinidad de maneras y resulta apetecible en cualquier momento del año.
Pero sus cualidades no solo son culinarias; además, es una de las carnes más saludables, por lo que estará presente en una buena alimentación. Es interesante que leas este artículo sobre las partes del pollo que te ayudará a tener más información
Si quieres conocer algunas de sus propiedades, este post te hará un recorrido por las más destacadas.
Bajo contenido en grasas
El pollo es una carne magra que apenas contiene grasa y, además, se concentra en lugares fácilmente identificables. En especial, la piel es el tejido donde más se acumula. Por el contrario, el muslo y la pechuga son las dos piezas con menos lípidos, destacando esta última con solo 60 miligramos de grasa por cada 1 gramo de carne.
Además, contiene menos grasas saturadas que la carne roja y la mayoría de éstas se concentran, de nuevo, en la piel. Por ello, es recomendable retirarla si se quiere evitar su consumo.
Se trata, pues, de una gran aliada para las dietas que exigen bajo contenido en grasas. Si estás pensando en comenzar un régimen de este tipo, ¡recuerda que, además, el pollo está buenísimo!.
Proteínas y aminoácidos en abundancia
Con 20 gramos de proteína por cada 100 gramos de carne, el pollo aporta una destacable cantidad y resulta perfecto para los más pequeños, ayudándoles en su crecimiento, o si quieres ganar músculo.
Además, contiene de promedio el 40% de los aminoácidos esenciales (los que nuestro organismo no sintetiza y debemos aportar con la dieta), como por ejemplo el triptófano, fundamental para regular los niveles de serotonina en el cerebro.
Rica en minerales, vitaminas y baja en colesterol
Vitaminas como la A, la B6, la B12 la niacina, la tiamina o la rivoflabina, o minerales como el hierro, el zinc, el magnesio, el potasio o el fósforo están presentes en esta deliciosa carne. También es baja en sodio, por lo que la pueden consumir aquellos que sufren de hipertensión.
Por si fuera poco, su contenido en colesterol es bajo (salvo en la piel), menor que en otras carnes.
Es muy fácil de digerir
¡Hay que ver lo buenas que están algunas recetas pero luego lo que cuesta hacer la digestión! Sin embargo, la carne de pollo es muy fácil de digerir mientras sigue siendo una de las comidas más sabrosas. Esto se debe, principalmente, a que no contiene tantas purinas como otras carnes
Por ello, es recomendable para personas con afecciones gástricas, convalecientes o bebés.