Ya estamos en primavera y empiezan las flores a florecer y las abejas a salir de su letargo para ir a por el polen y ademas pasamos más tiempo al aire libre, disfrutamos de comidas en el jardín o hacemos excursiones por el campo. En esta época las picaduras de abejas y avispas son más frecuentes.
Distinguir a estos insectos no es fácil, pero saber qué cuidados aplicar en caso de picadura y reconocer los síntomas de una alergia es importante para evitar complicaciones.
LAS PICADURAS DE ABEJA Y AVISPA NO SON IGUALES
Las abejas son de color marrón con franjas amarillas y tienen pelo en el cuerpo.
Los abejorros son parecidos, pero más rechonchos y peludos que las abejas.
Las avispas, en cambio, son negras, sus rayas amarillas son mucho más brillantes, su cuerpo es más alargado y con una marcada cintura (de ahí lo de «cintura de avispa»), y apenas tienen pelo.
Pero lo verdaderamente importante es que, al picar, las abejas dejan clavado su aguijón, que es dentado, y luego mueren.
En cambio, las avispas pueden retirar su aguijón, liso como una especie de alfiler, y seguir utilizándolo para picar.
Las abejas son las que dejan su aguijón clavado y luego, mueren
«El abejorro es mucho menos agresivo que las abejas y no suele picar a no ser que se quiera defender. Su picadura se parece más a la de la avispa, ya que no pierde el aguijón»,
¿LA AVISPA ASIÁTICA ES MÁS PELIGROSA?
La presencia cada vez más numerosa de colonias de avispa asiática o avispa negra en diferentes zonas de España está generando alarma desde hace unos años.
Aunque sus principales «víctimas» son las abejas –cada avispa asiática caza 25-50 abejas al día–, si se siente en peligro o amenazada también puede atacar a las personas y ser más agresiva que sus «parientes europeas».
Al ser más grande, inyecta más cantidad de veneno y la reacción puede ser peor
Pero el tipo de veneno de la avispa asiática no es más tóxico, es el mismo que el de la europea. «El problema estriba en el tamaño de esta avispa. Al ser mayor, la cantidad de veneno inyectado también lo es y, por lo tanto, la posibilidad de reacción a dicha picadura, ya sea alérgica a no, es más elevada».
QUÉ HACER SI TE PICAN
Identificar si lo que te ha picado es una abeja o una avispa es fundamental a la hora de curar una picadura, ya que en caso de que haya sido una abeja lo primero que hay que hacer es extraer el aguijón… y no de cualquier forma.
hay que sacar el aguijón lo antes posible porque durante un tiempo continúa inyectando veneno.
Al extraer el aguijón procura no apretar el saco de veneno que hay en el extremo
Pero para ello no se deben utilizar unas pinzas, ya que al apretar el saco de veneno este se expandiría más rápido.
«la forma más segura de extraerlo es raspando con la uña o con un objeto sin cantos afilados, como una tarjeta. E ir empujándolo hacia el exterior, hasta que salga completamente.
Una vez extraído el aguijón (si ha sido una abeja), los cuidados son los mismos para todas las picaduras.
Lavar la zona con agua y jabón.
Desinfectar con un antiséptico.
Aplicar compresas frías o hielo envuelto en un paño.
Si el dolor o el picor no remite, tomar un analgésico o un antihistamínico.
NO TE FÍES DE LOS REMEDIOS CASEROS
Algunos de los remedios populares son de lo más variopintos: desde aplicar desodorante, pasta de dientes, vinagre de manzana o miel hasta un trozo de patata, cebolla, ajo o limón.
Algunos especialistas alertan de que pueden favorecer una infección
Los expertos aconsejan no recurrir a ellos, ya que pueden favorecer la infección de la picadura. «no suelen ser eficaces y, aunque no sean perjudiciales en sí mismos, pueden retrasar la aplicación de las medidas adecuadas».
Alergias
Si lo eres has de acudir al médico, hospital lo antes posible.
Reconocer los síntomas de una reacción alérgica a estas picaduras es clave para recibir atención médica lo antes posible:
Inflamación en ojos, boca o cualquier zona separada de la picadura.
Urticaria, ronchas por el cuerpo.
Estornudos, picor y mucosidad nasal.
Lagrimeo y picor de ojos.
Tos, dificultad para respirar, silbidos en el pecho.
Mareo, ganas de vomitar, pérdida de conocimiento.