Que es la saliva
La saliva es un líquido transparente que fabrica la boca de forma constante durante las 24 horas del día. Está compuesta de agua, enzimas y otros químicos, y se produce en las glándulas salivales que se sitúan en el interior de las mejillas y en distintas áreas de la boca.
Entre otras, tiene la función de humedecer los alimentos y permitir que deglutirlos sea más sencillo y, además, sirve para que las papilas gustativas de la lengua puedan percibir los distintos sabores de las comidas. También ayuda en el proceso digestivo, que comienza precisamente en la boca.
Antes de que la comida llegue al estómago, la saliva comienza a descomponer los alimentos en la boca, ayudada por las enzimas que contiene lo que también facilita el trabajo al órgano de la lengua, que empuja hacia la garganta los alimentos triturados por las muelas.
Esta secreción además también ayuda a mantener la boca limpia de gérmenes y a combatir infecciones. Sin embargo, se recomienda efectuar un cepillado de dientes más prolongado antes de acostarse, ya que, por la noche, disminuye la producción de saliva y lo que permite a los microorganismos que proliferen en nuestra boca.
Según afirmaciones de especialistas en odontología, mediante la ponderación del PH, en función de su acidez o alcalinidad, se pueden determinar y detectar distintas enfermedades como gingivitis, anemia, diabetes, hipertensión, osteoporosis o caries.
10 cosas increíbles de la saliva que no conocías
Es por eso que hay que reconocer que la saliva es un elixir más interesante de lo que hemos llegado a imaginar, pues es una de las sustancias más importantes de nuestro organismo. La saliva es básica para mantener el buen funcionamiento de la boca y otras partes del cuerpo. Por eso hoy vamos a rendirle un pequeño homenaje a nuestra amiga la baba.
Podrías producir suficiente saliva como para llenar 2 bañeras al año
Un adulto sano produce saliva a un ritmo de 0,4 milímetros en estado de reposo y hasta 2 milímetros en estimulación. Si la cifra fuese la mitad, lo probable es que se esté sufriendo una xerostomía, también conocido como síndrome de la boca seca. Por lo general, los hombres segregan más cantidad de saliva que las mujeres.
Mantiene la boca lubricada y protege los dientes
La saliva contiene una enorme variedad de agentes antimicrobianos, además de carbohidratos, proteínas y electrólitos que mantienen el buen estado de las mucosas y un funcionamiento óptimo de los procesos de cicatrización. La ausencia o escasez de saliva termina irritando los tejidos blandos de la boca, y esto les hará más vulnerables ante infecciones y problemas de caries. Las encías también sufren la sequedad, ya que la falta de saliva, puede aumentar la placa bacteriana y las enfermedades periodontales que conlleva.
La saliva como clave de nuestra alimentación
La saliva está compuesta por agua en más de un 99%, lo que ayuda a que los alimentos se ablanden en la primera etapa de la digestión y facilitar la masticación y la deglución de los mismos.
Nos permite disfrutar del sentido del gusto
La lubricación de las papilas gustativas es imprescindible para poder identificar los sabores. Puedes hacer la prueba secándote bien la lengua con una servilleta: verás que al probar un trozo de alimento, no vas a percibir su sabor. Sin embargo, una vez bebas un poco de agua, el sentido del gusto regresará. Esto es así porque los receptores químicos que tenemos en la lengua, solamente funcionan en un entorno líquido.
Es curativa
Contiene lo que se conoce como factor de recuperación que permite que la curación y cicatrización de las mucosas de la boca sea más rápida que en el resto del cuerpo. Así la saliva lucha principalmente contra las llagas bucales a través de una proteína llamada nepidermina, que se encarga de activar a las hormonas y los neurotransmisores para que el organismo tenga conocimiento de esa lesión.
Refleja el estado emocional
En situaciones de ansiedad es habitual que se reseque la boca ya que se la producción de saliva está regulada por el sistema nervioso. Además, en situaciones estresantes, los niveles de cortisol se alteran.
Sirve para detectar enfermedades
Los médicos pueden averiguar si sufres algún tipo de enfermedad a través del análisis del PH, el ARN y las proteínas de tu saliva. Por eso, la comunidad científica está tratando de impulsar la aplicación de los test de saliva para diagnosticar enfermedades graves como la diabetes o el cáncer antes de que se manifiesten los síntomas. Esta misma prueba podría servir también para detectar enfermedades autoinmunes e incluso trastornos neurológicos.
Las glándulas salivales son capaces de producir piedras
Por suerte se da con poca frecuencia, pero, en ocasiones, los químicos en las glándulas salivales pueden llegar a cristalizar, formando una pequeña piedra similar a las que a veces se producen en los riñones. Se suelen disolver al cabo de un tiempo, pero si crecen excesivamente es necesario retirarlas mediante una intervención quirúrgica.
Contiene analgésico natural
La saliva contiene en su composición una sustancia llamada opiorfina, un péptico que ayuda a inhibir la percepción del dolor. Estudios dicen que en concentraciones muy elevadas puede ser seis veces más efectiva que la morfina. Este es un descubrimiento relativamente reciente (2006) realizado por investigadores del Instituto Pasteur de París.
El mascado de chicle aumenta la producción de saliva
Como hemos dicho, la saliva es el agente principal que trabaja luchando contra las bacterias de la boca y evitando que se acumule placa bacteriana adherida sobre los dientes. Por lo tanto, si incrementamos la saliva en la boca a través de la masticación, ponemos a salvo durante ese tiempo nuestras piezas dentales.
El chicle engaña en cierto modo al cerebro, y le hace creer que estás consumiendo algún alimento, aunque no debe utilizarse nunca como un sustituto de un buen cepillado dental.