¿Cuál es la función principal de los riñones y cómo funcionan?
Que son los riñones
Los riñones son órganos vitales que realizan funciones de limpieza, equilibrio químico de la sangre y producción de hormonas.
El conocimiento de la forma en que funcionan los riñones puede ayudarnos a mantenerlos sanos.
Forman parte del aparato urinario que incluye los riñones, los uréteres, la vejiga y la uretra. Los riñones son un par de órganos del tamaño del puño de un niño y con forma de alubia que se encuentran en la parte posterior de la cavidad abdominal justo por encima de la cintura.
El riñón derecho descansa exactamente debajo del hígado y el izquierdo debajo del diafragma y junto al bazo, estando el riñón derecho levemente más abajo que el izquierdo. (Fig. 1).
El riñón de un adulto mide aproximadamente: largo: 13 cm; ancho: 8cm; grosor: 3 cm, llegando a pesar unos 150 gramos cada uno. (Fig. 2).
Los riñones: purificadores de la sangre
Considerados como una compleja maquinaria de purificación, tienen una función tanto de eliminación como de regulación de los líquidos internos. Excretan agua, pero también la conservan; eliminan a través de la orina todos los productos del metabolismo de los alimentos que pueden ser potencialmente dañinos, antes de que alcancen niveles tóxicos y devuelven a la sangre: agua, glucosa (azúcar), sal, potasio y otras muchas sustancias vitales en las cantidades adecuadas para mantener el medio interno estable a pesar de las variaciones de clima, dieta y otros factores externos.
La parte anatómica que realiza esta función es la nefrona (Fig. 3) que contiene un “filtro” denominado glomérulo, que, a su vez, contiene una red de diminutos vasos sanguíneos denominados capilares. Contamos con más de 2 millones de nefronas formadas por esos microscópicos filtros y túbulos que abarcarían más de 80 km si se extendieran uno a continuación del otro. Allí se produce un complicado intercambio de sustancias químicas de manera que los desechos y el agua sobrante salen de la sangre y entran al sistema urinario. No es un simple proceso de filtrado, es algo más complejo donde se realiza además un proceso de reabsorción y luego de excreción. Tras el filtrado la mezcla de desechos y sustancias químicas es “revisada” con el objetivo de “recuperar” (mediante un proceso de reabsorción) aquellas que aún pudieran ser útiles.
Esta orina es transportada de manera involuntaria y continua a una cavidad con forma de embudo (pelvis renal), de donde pasa a los uréteres que la conducen a la vejiga donde se acumula y de donde es eliminada a través del acto voluntario de la micción (orinar).
A pesar de ser tan pequeños, procesan y purifican toda la sangre cada 50 minutos, llegando a filtrar alrededor de 180 litros de líquido al día, de los cuales sólo se eliminan 1.5 litros en forma de orina. Un adulto necesita producir y excretar por lo menos un tercio de esta cantidad a fin de eliminar adecuadamente los productos de desecho del cuerpo. Orinar demasiado o demasiado poco puede ser un indicador de enfermedad. Los desechos de la sangre se forman a partir de la descomposición normal de los tejidos activos y de los alimentos consumidos. Si los riñones no retiraran esos desechos, se acumularían en la sangre siendo perjudiciales para el organismo.
¿Qué contiene una orina normal?
La composición química varía según el tipo de alimentación, el agua ingerida y la cantidad de orina. El término medio habitual en cada litro de orina existe: Urea 24 g; Cloruro de sodio (sal común): 10 g; Sulfatos: 3g; Fosfatos: 2,3 g; Creatinina: 0,9 g; Sales de amonio: 0,7 g; Ácido hipúrico: 0,6 g; Ácido úrico: 0,5 g; Otros compuestos: 4 g.
La orina normal es estéril, o sea no contiene bacterias, virus ni hongos. La presencia de sangre, proteínas o glóbulos blancos en la orina podría indicar la existencia de alguna lesión, infección o inflamación en los riñones, y la existencia de glucosa en la orina podría ser un indicador de diabetes.
¿Por qué fallan los riñones?
Casi todas las enfermedades de los riñones atacan las nefronas y les hacen perder su capacidad de filtración y/o reabsorción, lo que conduce a alteraciones de las concentraciones de los diferentes productos en sangre y en la orina.
La lesión a las nefronas puede suceder rápidamente, a menudo como resultado de lesión o intoxicación. Pero casi todas las enfermedades de los riñones destruyen las nefronas lenta y silenciosamente. Quizá pasen muchos años antes de que se manifieste el daño.
Las dos causas de enfermedad de los riñones más comunes son la diabetes y la hipertensión, aunque existen otras enfermedades hereditarias y congénitas, las del sistema inmunológico, infecciosas o traumáticas que pueden afectar el normal funcionamiento de los riñones.
Algunos fármacos, especialmente los antinflamatorios, si se toman de manera indiscriminada, pueden ser causa de alteraciones renales. Cualquier persona que tome analgésicos en forma regular deberá consultar a un médico para asegurarse de que sus riñones no corren ningún riesgo.
Algunas personas nacen con solo un riñón, pero pueden vivir una vida normal y sana. Cada año, miles de personas donan uno de sus riñones para trasplante a un familiar o amigo.
¿Son los riñones únicamente “limpiadores de la sangre”?
Además de retirar los desechos, los riñones liberan tres hormonas importantes:
Eritropoyetina: (estimula la producción de glóbulos rojos por la médula ósea): sin ella sufriríamos de anemia.
Renina: (regula la tensión arterial de manera indirecta al regular los niveles de sales en sangre): en ocasiones para controlar la hipertensión se usan fármacos que actúan directamente sobre esta sustancia.
Calcitriol: La forma activa de la vitamina D (para mantener el calcio para los huesos y para el equilibrio químico normal en el cuerpo).
Puntos por recordar
Los riñones son dos órganos vitales que mantienen limpia la sangre y con un equilibrio adecuado.
La enfermedad renal puede detectarse a través de una comprobación rápida de la presencia de proteína o albúmina en la orina, y un cálculo de la tasa de filtración glomerular.
La progresión de la enfermedad renal puede resolverse, pero no siempre se puede revertir. La diálisis y un trasplante pueden extender la vida de personas con insuficiencia renal.
La diabetes y la presión arterial alta son las dos principales causas de la insuficiencia renal. Las personas con función reducida de los riñones deberán visitar a su médico con regularidad. Los médicos que se especializan en enfermedades renales se llaman nefrólogos. La enfermedad renal crónica (ERC) aumenta el riesgo de ataques al corazón y derrames cerebrales.
Es posible que quienes están en las etapas iniciales de la ERC puedan mantener su función renal restante durante varios años si controlan sus niveles de glucosa y colesterol en sangre, controlan su presión arterial y no fuman, si siguen una dieta baja en proteínas y cumplen el tratamiento médico.