Descripción general
Un calambre muscular es una contracción repentina e involuntaria de uno o más músculos. Si alguna vez te despertaste por la noche o tuviste que detenerte por un calambre repentino, sabes que los calambres musculares pueden causar dolor intenso. Aunque por lo general son inofensivos, los calambres musculares pueden imposibilitar temporalmente el uso del músculo afectado.
Los períodos prolongados de ejercicio o de trabajo físico, especialmente si hace calor, pueden provocar calambres musculares. Algunos medicamentos y enfermedades también pueden causar calambres musculares. Generalmente, puedes tratar los calambres musculares en casa con medidas de cuidado personal.
Síntomas
La mayoría de los calambres musculares se manifiestan en los músculos de las piernas, en particular, en la pantorrilla. Además del dolor repentino y agudo, es posible que también sientas o veas un bulto duro de tejido muscular debajo de la piel.
Cuando consultar al médico
Los calambres musculares usualmente desaparecen por sí solos y raramente son lo suficientemente graves como para justificar la atención médica. Sin embargo, consulta a tu médico si los calambres:
Causan molestia intensa
Están relacionados con la hinchazón, enrojecimiento o cambios de la piel en las piernas
Están relacionados con la debilidad muscular
Suceden a menudo
No mejoran con cuidado personal
No están relacionados con una causa obvia, por ejemplo, ejercicio extenuante
Causas
El uso excesivo de un músculo, la deshidratación, la tensión muscular o el solo hecho de mantener una posición por un período prolongado pueden causar un calambre muscular. Sin embargo, en muchos casos no se sabe cuál es la causa.
Si bien la mayoría de los calambres musculares son inofensivos, algunos pueden estar relacionados con enfermedades no diagnosticadas, tales como:
Suministro de sangre inadecuado. El angostamiento de las arterias que llevan sangre a las piernas (arterioesclerosis de las extremidades) puede producir un dolor similar al de los calambres en las piernas y en los pies al hacer ejercicio. Estos calambres a menudo desaparecen poco después de terminar los ejercicios.
Compresión de los nervios. La compresión de los nervios en la espina dorsal (estenosis lumbar) también puede producir un dolor similar a los calambres en las piernas. Usualmente el dolor empeora cuanto más caminas. Caminar en una posición levemente flexionada (como cuando empujas un carrito de compras) puede mejorar o retrasar el comienzo de los síntomas.
Disminución de minerales. Una cantidad insuficiente de potasio, calcio o magnesio en tu dieta puede contribuir a los calambres en las piernas. Los diuréticos (medicamentos a menudo recetados para la presión arterial alta) también pueden disminuir estos minerales.
Factores de riesgo
Algunos de los factores que aumentan el riesgo de calambres musculares son:
Edad. Las personas mayores pierden masa muscular, por lo que el músculo restante puede sobre exigirse con más facilidad.
Deshidratación. Con frecuencia, los atletas que se fatigan y deshidratan al practicar deportes en climas cálidos padecen calambres musculares.
Embarazo. Los calambres musculares también son frecuentes durante el embarazo.
Afecciones. Puedes tener más riesgo de sufrir calambres musculares si tienes diabetes o trastornos nerviosos, hepáticos o tiroideos.
Prevención
Estas medidas pueden ayudar a prevenir los calambres:
Evita la deshidratación. Bebe abundante líquido todos los días. La cantidad depende de lo que comas, de tu sexo, del nivel de actividad, del clima, de tu salud, de tu edad y de los medicamentos que tomes. Los líquidos ayudan a que los músculos se contraigan y relajen, y mantienen las células musculares hidratadas y menos irritables. Durante la actividad, reabastece los líquidos a intervalos regulares y continúa bebiendo agua u otros líquidos después de terminar.
Además, tienes que aumentar el consumo de frutas, verduras, hortalizas y frutos secos para que tu cuerpo esté preparado para gastar energía y no tenga carencias en un momento donde le «exigirás» más. Evitar los ambientes excesivamente calurosos para hacer deporte.
Elonga tus músculos. Elonga antes y después de usar cualquier músculo por un período prolongado. Si tienes tendencia a tener calambres en las piernas por la noche, elonga antes de acostarte. Hacer ejercicio ligero, como usar la bicicleta fija por unos minutos antes de acostarte, también puede ayudarte a prevenir los calambres mientras duermes.