El squash te da más beneficios de los que piensas
No hace falta que te conviertas en un atleta de alto rendimiento para practicarlo. Este deporte tiene tantos beneficios para tu cuerpo y mente que te sorprenderás.
El squash requiere mucho de tu cuerpo y mente, pero la recompensa es igual de gratificante.
Es un deporte de raqueta que se juega bajo techo en un espacio delimitado (9,75 metros de largo, 6,40 metros de ancho), y una pared frontal con una altura de 4,57 metros.
Aunque puede practicarse de manera profesional y competitiva también es una excelente forma de entrenamiento para aficionados.
En primer lugar es un excelente desestresante, llevar un ritmo intenso, el movimiento y los golpes que das a la pelota que choca contra la pared sacará de ti todo el estrés acumulado de mucho tiempo.
Estar frente a una pelota que viaja a gran velocidad y tratar de golpearla y evitar que te golpee a ti y además tener en mente que debes ganarle a tu contrincante despertará todos tus sentidos y mantendrá tus reflejos alerta, en otras palabras, te dará mucha energía.
“El squash, comparado con otros nueve deportes, fue considerado el más saludable para ser practicado y un excelente medio para entrar en forma de manera dinámica y divertida”, publicó un estudio del American Collage of Sports Medicine.
El squash alcanzó altas calificaciones en resistencia muscular y quema de calorías . En este último, tuvo un lugar destacado, siendo el deporte que más calorías gasta en 30 minutos, con una media de 517.
Si estás buscando bajar de peso, cargarte de energía y tonificar tus músculos, practicarlo te conviene.
El squash mejorará tu salud cardiovascular, es decir, que tu corazón se ejercitará y funcionará mejor, lo que a su vez previene enfermedades graves como infartos.
“En una partida de squash se ponen en marcha todos los músculos: su potencia, su resistencia y su flexibilidad. El corazón trabaja a buen ritmo, la respiración también, la coordinación óculo manual se ve potenciada, y la capacidad de atención y concentración están a su máximo nivel”, subraya Patxi de Juan, presidente del Club Squash Valencia, España.
“Además, cada punto y cada rival es diferente: pones en marcha la estrategia, la táctica. En una superficie de menos de 70 metros cuadrados, los jugadores comparten el espacio, luchan por la posición: hay cooperación y competición, lo que moviliza en los jugadores sus habilidades sociales. Al mismo tiempo, está demostrado que los jugadores de squash tienen menos probabilidades de sobrepeso, de fumar, o de tener dificultades de sueño”, destaca De Juan.
Con toda la actividad que requiere permite trabajar los músculos de las piernas, glúteos, abdomen, brazos y espalda.
Un dato interesante es que ayuda a la concentración, el juego obliga a los participantes a mantener su atención fija en los movimientos del propio cuerpo, de la pelota, así como de su contrincante.