La leche de avena

La leche de avena

Que es la leche de avena

 

La “leche” de avena es, exactamente, lo que parece: un sustituto lácteo vegano no lácteo, hecho de avena. En su forma básica está hecha de avena y agua, mezcladas y luego coladas para crear un líquido suave y cremoso

 

Las etiquetas nutricionales varían según las marcas: algunas tienen más azúcar que otras, por ejemplo. Pero de pro medio en una taza de leche de avena pura hay:

  • Calorías: 130
  • Grasa: 2.5 g
  • Grasa saturada: 0 g
  • Proteína: 4 g
  • Hidratos de carbono: 24 g
  • Azúcares: 19 g
  • Fibra: 1.9 g
  • Sodio: 115 mg

También obtendrás con una sola taza alrededor del 35 % de la ingesta de calcio recomendada al día y un 10% de la de hierro.

 

La leche de avena generalmente tiene menos sodio por taza que otras opciones no lácteas. Por ejemplo, la de soja tiene unos 124 mg y la de almendra 186, frente a los 115 mg de la de avena. También es más rica en fibra (2 g. por taza) que los lácteos, que la de soja (1,5 g) y la de almendras (0 g).

Eso sí, la gran ventaja de la leche de avena frente a otras alternativas vegetales es que generalmente no contiene alérgenos como la soja y las nueces y –generalmente- está libre de gluten.

 

 

10 beneficios de la ‘leche’ de avena

Refuerza los huesos, aporta proteínas, previene disfunciones de la glándula tiroides… Los beneficios de esta bebida vegetal son importantísimos.

 

 

 

 

  1. Previene el envejecimiento. Su elevado contenido en antioxidantes nos ayudan a eliminar toxinas y nos protegen contra los radicales libres, responsables del envejecimiento prematuro. Además, una investigación de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard apunta que las personas que consumen avena a diario tienen un 17 % menos de posibilidades de sufrir una muerte prematura y un 15 % menos de tener enfermedades cardíacas.

 

 

 

  1. Ayuda a reducir el colesterol. La avena es una fuente rica en grasas insaturadas omega 3 y omega 6, que ayudan a controlar los niveles de colesterol. Así lo apuntaba en los años 90 un estudio de la Universidad de Lund (Suecia), que concluyó que el consumo regular de avena facilita el cuidado de la salud cardiovascular.

 

 

 

  1. Previene el estreñimiento y facilita del tránsito por su alto contenido en fibra. Además reduce el riesgo de sufrir hemorroides y problemas intestinales.

 

 

 

  1. Aporta proteínas. La avena es el cereal que contiene más proteínas, esenciales para fortalecer los músculos. De hecho, consumir avena a diario nos proporciona hasta el 14 % de la dosis de proteína recomendada.

 

 

 

  1. Combate la desmineralización ósea. La ‘leche’ de avena contiene potasio, magnesio y zinc.

 

 

 

  1. Cuida el sistema nervioso central, por su alto contenido en vitamina B, que nos ayuda a equilibrar los estados de irritabilidad o ansiedad, así como a aliviar el insomnio.

 

  1. Controla los niveles de azúcar en sangre, gracias a su bajo nivel de glucemia. Además, ayuda a reducir la demanda de insulina postprandial, según una investigación de la Universidad sueca de Lund. Esto facilita el proceso de absorción de los nutrientes y resulta muy saludable para quienes padecen diabetes.

 

 

 

  1. Evita el envejecimiento prematuro de las células ya que contiene aminoácidos, esenciales para nuestro organismo y que debemos conseguir a través de la dieta, pues nuestro cuerpo no es capaz de sintetizarlos por sí solo.

 

 

 

  1. Ayuda a perder peso. Este tipo de bebida funciona como un regulador del apetito y proporciona sensación de saciedad. Además, la avena nos ayuda a reducir la retención de líquidos.

 

 

 

  1. Previene los problemas de tiroides, ya que ayuda a controlar el funcionamiento de la glándula gracias a su concentración de yodo. En concreto, resulta muy beneficiosa contra el hipotiroidismo.

Deja una respuesta

Cerrar menú