Si ya se sabía que el perro es el mejor amigo del hombre, un nuevo estudio afirma que, además, es el peor enemigo de una de las enfermedades que más sufren las personas que han de cuidar a un enfermo crónico: el estrés.
Un estudio sobre la capacidad de los perros de compañía de reducir el estrés cardiovascular en personas que viven situaciones estresantes, en este caso los que cuidan de cónyuges con lesiones cerebrales, ha mostrado que los propietarios de estos animales experimentan tan sólo una quinta parte del aumento en la presión sanguínea durante actividades de estrés, en comparación con aquéllos que no tienen perros.
Esta es la conclusión de un estudio realizado por investigadores de la División de Farmacología Clínica de la Escuela de Medicina de la Universidad de Búfalo, en Estados Unidos, que se ha presentado en el transcurso de la reunión anual de la Sociedad de Investigación psicofisiológica de San Diego.
El informe muestra, además, que cuando los participantes que no tenían canes los adquirieron durante seis meses, la media de su presión sanguínea y el ritmo cardíaco en situaciones estresantes se redujo hasta los niveles del grupo inicial de estudio.
La presencia de un perro en el hogar puede disminuir las respuestas al estrés en la vida diaria en personas con hipertensión que viven en condiciones de gran responsabilidad, según ha explicado Karen Allen, directora de la investigación.
Desarrollo
Mediante monitores, se pudo medir la presión sanguínea a los participantes para recoger datos mientras cuidaban de sus familias, con y sin animales. Las lecturas se repitieron en otras situaciones como hablar públicamente sobre los problemas de cuidar a un incapacitado y tras sumergir una mano en agua helada.
Los resultados mostraron que antes de que los animales entraran en escena, los participantes reaccionaron de forma similar. A los seis meses de comenzar el programa, aquéllos que tenían perro demostraron sólo un leve aumento en la presión sanguínea al realizar de nuevo las pruebas en situaciones estresantes mientras que la presión del grupo del control alcanzó los 40 mmHg.