Hay que prestar especial atención a las zonas más sensibles y que expuestas a los factores ambientales extremos, como las manos y los labios
Con la llegada del frío intenso, la piel se resiente y necesita cuidados especiales. Hay que prestar especial atención a las zonas más sensibles y que están más expuestas a los factores ambientales extremos, como las manos y los labios. Aprende a cuidarte de cara al invierno con unos sencillos consejos.
- Aplica crema hidratante a tus manos secas varias veces al día, masajeando para que penetre bien. Es recomendable optar por una crema concentrada a base de glicerina.
- Cuando te laves las manos no uses agua demasiado caliente. Usa un jabón suave y nutritivo. En caso de piel muy seca, evita la aplicación de gel antibacteriano y si usas desinfectante de manos busca uno con hidratante incorporado. Sécate siempre bien las manos suavemente, sin frotar demasiado para respetar la delicada epidermis.
- Por la noche, para reforzar el efecto del tratamiento, aplica una capa generosa de crema y luego ponte unos guantes de algodón durante la noche. Bajo el efecto del calor, la hidratación será óptima y por la mañana, tus manos estarán tersas y suaves.
- Para la protección y el cuidado de tus labios, no humedezcas los labios con la lengua. Cuando los labios están secos y agrietados, a menudo tenemos el reflejo de humedecerlos con la lengua. Los labios producen naturalmente una capa fina de grasa pero la saliva elimina esta protección. Por lo tanto, es esencial evitar este reflejo contraproducente.
- No arranques las pieles muertas. Es cierto que las pieles muertas son antiestéticas y deshacerse de ellas arrancándolas es una gran tentación, pero hay que evitar este gesto. Lo mejor es aprovechar el momento de la ducha para eliminarlas con delicadeza: el agua las ablanda y en ese momento se pueden eliminar con una manopla, un exfoliante suave o un cepillo de dientes suave.
- Cuida tus labios en todo momento. Debemos evitar la pérdida de hidratación y, para ello, para ello es recomendable un bálsamo específico para labios que proporcione una película protectora que limite la evaporación y favorezca la hidratación.
- Para el cuidado de la piel toma duchas o baños más cortos y usa agua templada en vez de caliente. Dúchate con un gel suave para evitar quitarle a la piel su hidratación natural. Si te gusta darte un baño caliente, usa mejor un aceite de baño, ya que los baños de espuma le restan a la piel hidratación y nutrición. Evita frotar la piel con la toalla y mejor, sécate con suaves toques.
- Usa una crema de hidratación intensa diariamente en cualquier zona donde la piel esté muy seca (codos, rodillas). Es recomendable aplicarla a la hora de acostarse para la reparación nocturna de la piel seca.
- Durante los meses más fríos, evita temperaturas por encima de los 24ºC en tu hogar, ya que la calefacción reseca el ambiente, haciendo que tu piel también se reseque. Usa un humidificador o recipientes de agua que se cuelgan en los radiadores para humidificar el ambiente.
- Y el último consejo es hidratarte desde el ‘interior’ bebiendo agua regularmente y adoptando un estilo de vida saludable.