Cómo funciona la memoria
Cuando los recuerdos empiezan a fallar
Cada día utilizamos y almacenamos millones de recuerdos en nuestro cerebro. Es un proceso fundamental en nuestra vida que pasa desapercibido, hasta que empieza a fallar. Comprender cómo se generan estos recuerdos y qué es la memoria puede ayudarnos a mantener este proceso en plena forma durante más tiempo.
Qué son los recuerdos
Los recuerdos son imágenes, conceptos o sensaciones almacenados en nuestra memoria. Se almacenan de forma temporal en el hipocampo y después se envían a la corteza prefrontal del cerebro.
Y la memoria es la capacidad para almacenar, codificar y recuperar la información guardada. Estas acciones se realizan gracias a los miles de conexiones sinápticas que se producen entre nuestras neuronas.
Existen distintos tipos de memoria, la sensorial, a corto plazo, a largo plazo, implícita y explícita. La memoria nos ayuda a adaptarnos al entorno y establece nuestra identidad. Como decía Shakespeare, “la memoria es el centinela del cerebro”.
Cómo y dónde se generan los recuerdos
Cuando se aprende, o se almacena algo, se produce un cambio físico en el cerebro. En ese momento cambia la distribución de las conexiones entre las neuronas. Por eso, para tener una buena memoria, es importante que estos conductores estén en buen estado: “Deben estar también indemnes las conexiones entre las neuronas (denominadas sinapsis) para que el recuerdo pueda ser almacenado en su lugar correspondiente, según su contenido semántico y a qué otro proceso se liga”.
Por ejemplo, si tiene que ver con un procedimiento (recordar cómo abrocharse un botón) finalmente se almacenara cerca de la encrucijada temporo-parieto-occipital donde están los denominados praxicones (actos motores aprendidos). Si tiene un contenido emocional se almacenará en la zona frontal o anterior del cerebro, etc.
Para generar recuerdos necesitamos en primer lugar que “la puerta de entrada de los mismos” esté bien. Esa puerta se denomina hipocampo. El hipocampo es el encargado de llevar la información que se encuentra en la memoria de corto plazo a la corteza cerebral, donde finalmente se almacenan los recuerdos. El hipocampo, es una de las principales estructuras del cerebro y es la zona que se ve alterada en enfermedades neurodegenerativas como la Enfermedad de Alzheimer
Cuando surgen los olvidos
Cuando dejamos de recordar algo que ya sabíamos no se trata de que esa información haya desaparecido del cerebro, simplemente no tenemos acceso a ella. No todos los olvidos son malos o indican una enfermedad, a veces tienen que ver con problemas perceptivos y de atención, que provocan un deficiente procesamiento de la información.
Existen cuatro tipos de olvidos según su causa:
Traumático
Los olvidos pueden ser producto de un golpe que produce un trauma en el cerebro que impida generar o acceder a los recuerdos.
Psicológico
Son el producto de falta de concentración por situaciones emocionales como la depresión, el síndrome ansioso-depresivo, o el insomnio.
Fisiológico
Son el producto de una enfermedad cerebral, bien neurodegenerativa, como la enfermedad de Alzheimer, bien adquirida (traumatismo craneoencefálico, ictus, tumores), que dañen las conexiones neuronales.
Consumo de algunas substancias
La ingesta de ciertas drogas también puede provocar lagunas en la memoria.
Para evitar la pérdida de memoria, se puede recomendar algunas estrategias de prevención: “Hábitos de vida saludables, ejercicio aeróbico habitual, control de factores de riesgo cardiovascular (hipertensión arterial, diabetes mellitus, hipercolesterolemia, obesidad), dieta mediterránea rica en omega 3, estimulación cognitiva, generación de reserva motivacional a través de la interacción social, evitando el aislamiento”.
el estrés en exceso perjudica “porque resta poder atencional y capacidad de concentración, imprescindible tanto en el proceso de aprendizaje, como a nivel biológico, pues se producen sustancias que pueden ser nocivas para las neuronas”.