Abdominales profundos

Abdominales profundos

Abdominales interiores o Abdomen Profundo

 

Abdominales profundos

 

Los abdominales profundo o abdominales interiores : Los verdaderos responsables de la estabilidad y eficiencia del tronco. Y muy importante para el suelo pelvico.

 

 

 

Los músculos del tronco denominados tradicionalmente como abdominales, están formados por un complejo entramado de músculos dispuestos a modo de capas, cada uno con una función , pero funcionalmente con acciones asociadas entre ellos.

 

 

 

Estos músculos profundos del abdomen forman lo que mecánicamente se conoce como “core”, un bloque funcional que proporciona estabilidad y protección a la columna, al tiempo que transmiten con mejor eficacia las fuerzas entre en tren superior e inferior.

 

 

 

Además, mejora los gestos motrices y protege a la columna de fuerzas y tensiones excesivas, la activación del core produce un cambio en la postura adoptando una alineación corporal mucho más correcta, obteniendo como resultado final una cintura activada muscularmente y mejor apariencia física.

 

 

 

 

 

Los músculos que forman los abdominales profundos son:

 

 

Recto del abdomen. Su función principal es la flexión ventral acercando el esternón hacia el pubis.

 

 

 

Oblicuo externo. Cuando actúan ambos oblicuos ayudan al recto del abdomen a la flexión de tronco. Si sólo actúa el de un lado produce inclinación lateral y rotación del torso al lado contrario.

 

 

 

Oblicuo Interno .Al igual que el oblicuo externo, Cuando actúan ambos oblicuos ayudan al recto del abdomen a la flexión de tronco. Si actúa solo el de un lado, produce inclinación lateral y rotación hacia su lado.

 

 

 

Transverso. Su función es como la de un ancho cinturón aumentando la presión intraabdominal.

 

 

 

Ejercicios para fortalecer los abdominales profundos o interiores:

 

 

 

1.- En cuadrupedia , intentar acercar el ombligo hacia la zona lumbar, respira mientras mantienes el diámetro de la zona abdominal lo más reducida posible.

 

 

 

2.- Tumbado, con brazos arriba y piernas flexionadas, intenta apoyar la zona lumbar en la superficie. Lleva el ombligo hacia el suelo. Desde esta posición ahora debes respirar con el diafragma. Observa cómo se eleva y desciende el esternón, pero nunca el abdomen.

 

 

 

3.Cuando controles el ejercicio anterior, podemos comenzar a mover los segmentos corporales, el reto ahora será mucho mayor.

 

Prueba con este ejercicio: Extiende un brazo y la pierna contraria sin que se despegue la zona lumbar del suelo, vuelve a la posición original y cambia al otro lado.

 

 

 

CONSEJOS:

Una vez hayas aprendido a activar este músculo profundo, debes involucrarlo en el resto de ejercicios, activándolo antes de comenzar. Así antes de empezar cualquier ejercicio pregúntate ¿ tengo metida la tripa?

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