Basados en el estudio “Esto es lo que el ejercicio hace en tus huesos”, podemos decir que el ejercicio físico y los simples movimientos del día a día pueden beneficiar en el tamaño, la fuerza y la salud de nuestros huesos, mientras que la inactividad les puede provocar debilidad y propensión a quebrarse.
Ejercicios básicos como correr (con la técnica adecuada), practicar fútbol o tenis puede ayudar a que nuestros huesos se hagan fuertes y grandes.
¿Cuales son los 4 beneficios del deporte en tus huesos?
Crecimiento de los huesos.
Esto claramente se puede ver en deportistas como los tenistas, quienes tienen el brazo de golpeo 20% más ancho que su otro brazo, o los corredores de velocidad que presentan un tercio más de hueso en su espinilla con respecto a una persona que no hace este ejercicio.
Huesos más fuertes.
Al terminar la etapa de crecimiento en la adolescencia, pareciera que los huesos no crecerán más, sin embargo, se puede asegurar fuerza en ellos, principalmente si durante el desarrollo se practicó constantemente un deporte. Así mismo, el deporte constante puede asegurar huesos más fuertes durante la adultez o inclusive en la vejez, donde el deterioro inevitable parece ser menor.
Reducción de la pérdida ósea en circunstancia de enfermedad o inactividad forzada.
Se determina que los astronautas que no cargan su osamenta por estar en el espacio exterior durante 30 días, pueden disminuir su densidad ósea hasta en 1%. O que, personas con algún daño en la médula espinal, pierden hasta el 50% de su masa ósea, debido a la ausencia del movimiento.
Menor riesgo de rompimiento en edad avanzada.
El impacto positivo del ejercicio en edades avanzada es menor, pues es más complicado producir fuerza debido al deterioro de los años; sin embargo no ejercitarse puede ser más perjudicial. Aún así, si en edades tempranas se somete el cuerpo a los beneficios del deporte es más probable llegar a una edad avanzada con huesos fuertes y es menos probable sufrir de algún rompimiento de huesos, comunes en la vejez.
